Susana Garcia Medrano
Danza Movimiento Psicoterapeuta
¿En qué
consiste?
Ayuda a mejorar la salud y genera una sensación de bienestar
La DMT se puede realizar en sesiones individuales o grupales. Aunque cada sesión es diferente1, en todas hay momentos de conversación con la terapeuta y otros momentos de movimiento. El movimiento dentro de una sesión puede ir
acompañado de música y otras veces se hace en silencio; pueden usarse materiales como aros, pelotas o telas; a veces ocurre en pareja con la terapeuta, a solas o con otras personas del grupo. En las primeras sesiones es la terapeuta quien propone más activamente ejercicios; conforme avanza el proceso y las personas tienen más confianza, se promueve que propongan movimientos, que exploren su creatividad y que intenten moverse a partir de los impulsos que encuentran en su cuerpo.
En general, las sesiones tienen tres momentos que dan estructura al trabajo:
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la ronda de llegada (donde cada quien expresa cómo se encuentra),
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el desarrollo de la sesión (que suele darse en movimiento a través de diferentes ejercicios)
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y el cierre (donde cada persona expresa cómo se siente, de qué se dio cuenta, qué aprendió, etcétera).
Es importante mencionar que a lo largo de las sesiones la terapeuta invita a
desarrollar ciertos ejercicios o movimientos pero nunca obliga a alguien a hacer
algo. La aceptación positiva incondicional de las/os pacientes, el respeto a sus
procesos y la confidencialidad, son solo algunos de los valores y compromisos éticos que rigen el trabajo de las danza movimiento terapeutas.
¿Quiénes pueden tomar DMT?
Todas las personas de todas las edades pueden asistir a un proceso con DMT:
niñas/os, adultas/os, adolescentes y personas mayores pueden asistir en sesiones individuales o de grupo.
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La DMT es una alternativa de intervención en espacios preventivos y
psicoeducativos como escuelas, centros de salud, centros de día, instituciones de
gobierno y organizaciones de la sociedad civil. Estos procesos suelen ser de corta
duración. Se pone el foco en el desarrollo de relaciones de confianza, el incremento de la creatividad y la espontaneidad, consciencia corporal, empatía, trabajo en equipo, autoconocimiento y autoestima, comunicación, establecimiento de límites sanos, entre otras competencias psicosociales. También se favorece el autocuidado de la salud.
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Por otro lado, la DMT puede ser empleada en el tratamiento de diversas
patologías tanto en personas adultas como en niños/as: personas víctimas de
trauma; con problemas de adicciones, depresión, ansiedad o estrés, anorexia o
bulimia; trastornos del desarrollo, de la motricidad, del aprendizaje, etcétera.